Home » Interact Pro y las oficinas flexibles: Una apuesta por la salud y la sostenibilidad
Las compañías exitosas están constantemente en la búsqueda de una ventaja competitiva y mantienen la disciplina de mantener una visión estratégica incluso en los momentos más desafiantes.
Los propietarios se enfrentan al reto de la ocupación de las oficinas
El sector de la gestión inmobiliaria enfrenta una serie de desafíos significativos. El incremento en los tipos de interés, la inflación y las presiones salariales han generado una mayor incertidumbre en el mercado de oficinas. A su vez, la amenaza de una recesión, junto con una disminución en las ventas, ha erosionado la confianza, llevando a las empresas a reducir sus gastos operativos. Los despidos también han exacerbado la dificultad para ocupar espacios de oficinas, desencadenando una cadena de eventos que resulta en la reducción de áreas de oficina y la eliminación de espacios infrautilizados.
La nueva dinámica del trabajo híbrido y remoto ha llevado a una ocupación de oficinas que es ahora significativamente menor que antes de la pandemia. Aunque algunas empresas han insistido en el regreso a las oficinas, muchos ejecutivos reconocen que el papel de la oficina física ha evolucionado. Para algunos, los espacios de oficina centralizados ya no se alinean con su visión de un entorno de trabajo moderno.
Los hallazgos de la encuesta «Future Workplace» de Ernst & Young en 2022 reflejan este cambio en los modelos de trabajo. Tanto empresas como empleados han adoptado el teletrabajo, ya sea de manera permanente o durante parte de la semana. Según la encuesta, el 75% de los ejecutivos no planea utilizar una oficina física en el futuro cercano, mientras que el 72% favorece un enfoque híbrido de teletrabajo y oficina. Otro informe de Korn Ferry refuerza estas conclusiones, mostrando que casi la mitad de los profesionales encuestados rechazaría una oferta de trabajo que implique trabajar en una oficina a tiempo completo.
Además, otros cambios en el panorama laboral también están afectando al entorno de oficina tradicional. Muchas empresas han adoptado semanas laborales de cuatro días o han implementado la rotación semanal. A medida que las empresas reconsideran sus necesidades de espacio de oficina y exploran las mejores formas de utilizar esos espacios, están vigilando de cerca los recursos destinados a áreas no utilizadas, lo que a menudo resulta en la mudanza a oficinas más pequeñas.
A medida que vencen los contratos de arrendamiento, las tasas de desocupación han aumentado, mientras que los costos operativos continúan en alza. Esto presenta un dilema para los propietarios, que se enfrentan a la disminución de la ocupación y pueden carecer de incentivos para remodelar edificios antiguos o construir nuevos complejos de oficinas que atraigan a inquilinos y permitan aumentar los alquileres.
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Ha surgido un nuevo paradigma laboral: las oficinas flexibles
La percepción del lugar de trabajo ha experimentado un cambio notable. Según la encuesta de Ernst & Young, solo un pequeño número de empresas reportó que el 90% o más de sus empleados han regresado a la oficina.
Este cambio ha llevado a una reorientación en el mercado de arrendamientos de oficinas. Los inquilinos están reconsiderando sus necesidades de espacio y calidad, migrando de edificios de clase B y C a instalaciones de clase A. Con alternativas de alta calidad disponibles, los edificios antiguos que carecen de comodidades modernas o presentan deficiencias en iluminación y sistemas de ventilación tendrán dificultades para atraer y retener inquilinos.
La evolución del público objetivo también involucra a empresas que priorizan un enfoque centrado en la oficina. Grandes empresas financieras, tecnológicas y de servicios profesionales están más inclinadas hacia un modelo de trabajo híbrido o centrado en la oficina. Los administradores de propiedades interesados en atraer a este nuevo segmento deben anticipar cómo satisfacer las necesidades de profesionales que brindan servicios cara a cara.
Aunque las expectativas de los inquilinos sobre comodidad, seguridad y ubicación siguen siendo importantes, sus preferencias han cambiado. Valores, estilos de vida y comodidad son prioridades para los futuros inquilinos, quienes son más conscientes de su impacto ambiental y desean contribuir a la sociedad. La conectividad, a través de laptops, smartphones, aplicaciones y otras tecnologías, redefine la comodidad, y los inquilinos buscan acceso a plataformas y aplicaciones que les permitan controlar diversos aspectos de sus espacios de oficina, como iluminación, ventilación, calefacción y refrigeración.
Gestionar todos estos cambios en el mercado inmobiliario comercial es un desafío. Aunque los arrendamientos totales disminuyeron en 2022, se espera que la situación empeore en 2024 y 2025, debido a la naturaleza a largo plazo de los ciclos de arrendamiento. Ante esto, los administradores deben buscar soluciones innovadoras y entornos de oficina flexibles que puedan adaptarse a diversas necesidades.
Invertir en lograr la certificación WELL genera beneficios
A medida que los edificios se quedan vacíos, nadie puede asegurar cuándo o si alguna vez volverá el nivel de ocupación de oficinas anterior a la pandemia. Sin embargo, la demanda sigue existiendo, pero con características diferentes. Los inquilinos ahora buscan edificios más nuevos y mejor equipados, que combinen un atractivo estético con una infraestructura de primer nivel enfocada en el bienestar de los empleados. Aunque las empresas muestran menos interés en regresar a edificios de oficinas antiguos y deteriorados, es posible que estén dispuestas a expandir su espacio y pagar más por oficinas de clase A más modernas que ofrezcan comodidades adicionales y un entorno saludable para su personal.
Las empresas que están mejor posicionadas para afrontar las condiciones adversas actuales han reconocido que el bienestar de los empleados está vinculado a la reducción de costos operativos, una mayor productividad y niveles superiores de rendimiento. Estas empresas planean invertir en tecnologías que monitoreen la calidad del aire interior, la iluminación y las condiciones ambientales.
El estudio de Korn Ferry también señala que el compromiso con prácticas sostenibles es un factor importante para mejorar la productividad y la capacidad de atraer talento. Tanto clientes como empleados muestran reticencia a relacionarse con empresas o visitar oficinas que carecen de objetivos de sostenibilidad. Los administradores de propiedades pueden responder a esta creciente demanda por acciones sostenibles priorizando prácticas y tecnologías que se alineen con la certificación internacional WELL.
La certificación WELL integra el diseño de oficinas, políticas y estrategias del entorno construido con los resultados en términos de salud y bienestar. Los espacios de oficina que cumplen con los estándares de WELL conectan el entorno físico con la salud de los empleados. Las pautas para registrar edificios como Proyectos WELL ofrecen un camino para que los propietarios implementen elementos que mejoren la calidad del aire, agua y luz en los espacios de trabajo.