Proceso de fabricación nacional de grifería personalizada de GALINDO
Publicado el 26/09/2025

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Publicado el 26/09/2025
En los últimos años, el sector industrial mundial ha vivido una transformación profunda marcada por la fragilidad de las cadenas de suministro internacionales por diferentes motivos. Uno de ellos es la localización de las fábricas, en algunos casos, situadas a miles de kilómetros de las empresas. En este contexto, GALINDO, la marca líder en el diseño y fabricación de grifería, apuesta por la calidad, la seguridad y la independencia industrial en territorio nacional.
Por un lado, la pandemia de la COVID-19 dejó al descubierto la vulnerabilidad de un sistema dependiente de fábricas situadas a miles de kilómetros, que, para llegar a ellas, se necesitaban rutas logísticas largas y sujetas a interrupciones inesperadas. Asimismo, se suman las tensiones geopolíticas, los incrementos en los costes energéticos y fluctuaciones constantes en la disponibilidad de materias primas, de acuerdo con GALINDO.
Por ello, las empresas europeas se han visto obligadas a reflexionar sobre la pérdida progresiva de su tejido industrial. La deslocalización, entendida en su momento como una oportunidad para reducir costes, ha resultado en una erosión de la capacidad productiva de Europa y en un debilitamiento de su independencia económica y tecnológica.
Respecto al sector de la grifería, este impacto afecta a la parte económica, a la calidad de los productos, a la seguridad de los materiales en contacto con el agua y la salud de los consumidores. Tofo ellos, relacionados con el origen de la producción. Asimismo, la utilización de aleaciones de dudosa procedencia o de procesos productivos poco regulados aumenta la incertidumbre por parte de los consumidores. Por esta razón, cada vez más, los usuarios finales, profesionales del sector y administraciones públicas exigen trazabilidad, certificaciones y garantías que solo un marco regulatorio sólido puede proporcionar, según la empresa.
Frente a este contexto global, la fabricación nacional se convierte en una solución estratégica. Esto significa tener un control exhaustivo de cada etapa, garantizar la calidad de los materiales empleados, reducir los tiempos de entrega y generar confianza tanto en los clientes como en los distribuidores.
También, la fabricación local representa la posibilidad de generar empleo de calidad, retener conocimiento técnico y contribuir al crecimiento de la economía nacional. Y, a su vez, se fortalece la independencia industrial del país, asegurando que sectores estratégicos como la fontanería y la grifería no dependan de proveedores externos para mantener un estándar de excelencia.
En este marco, GALINDO se posiciona como una empresa comprometida con la producción nacional y con la puesta en valor de la grifería fabricada en España.
La decisión de mantener la producción en territorio nacional responde a dos principios claros: garantizar el cumplimiento de las normativas más exigentes a nivel nacional y europeo, y ejercer un control exhaustivo de los materiales y procesos. Compromiso que se traduce en 3 ventajas fundamentales:
La fabricación de un grifo personalizado en GALINDO es un proceso estructurado, en el que cada fase está pensada para unir la experiencia técnica con las necesidades concretas del cliente.
En primer lugar, un análisis detallado de los requisitos del cliente - como caudal, tipo de instalación, diseño estético, acabados o requisitos normativos – ayuda a definir la solución más adecuada. Con esta información recopilada, el equipo técnico de la empresa diseña el proceso productivo más eficiente, teniendo en cuenta la funcionalidad y la viabilidad técnica y económica. En este punto, se decide la selección de materiales y se definen geometrías, ensamblajes y acabados.
Seguidamente se hace la selección de materiales. La base de la fabricación son latones que cumplen la normativa 4MS, elegidos en función de la pieza y su uso. Este criterio garantiza seguridad, salubridad y durabilidad en contacto con el agua. Y, después se realiza la fabricación e industrialización con los procesos que se desarrollan bajo un marco regulado y normalizado. Desde la fundición o forja de cuerpos, hasta el mecanizado, el pulido y la aplicación de acabados electrolíticos y lacados, cada paso está documentado y controlado.
En cuanto a la fase de montaje, el ensamblaje se realiza siguiendo pautas definidas y con trazabilidad de cada componente. Aquí se verifican la correcta instalación de cartuchos, juntas y aireadores, además de la presentación final del producto.
Asimismo, se realizan controles de calidad en cada fase:
Este enfoque integral que permite garantizar a profesionales y usuarios final que cada grifo GALINDO cumple con su función técnica, es de alta calidad y conforme con las normativas europeas.
La filosofía y metodología de trabajo que también ponen en manos de la marca la capacidad de lograr el que quizás es el principal valor diferenciador de la marca: la personalización.
Así, en función del modelo, es posible ajustar prácticamente cualquier parámetro. Como, por ejemplo, acabados, caudales especiales, instalación, elección de mandos y accesorios. Resolviendo las principales limitaciones asociadas a este proceso, como:
Todo ello, gracias a su apuesta por la innovación y la sostenibilidad, tan relacionadas siempre con la fabricación nacional. Así, GALINDO trabaja activamente en:
Sin embargo, desde la empresa son conscientes de cómo, de cara al futuro, el mayor reto está en establecer un estándar de alta calidad y salubridad homogéneo para todo el sector, con controles más exhaustivos que garanticen la confianza de los consumidores. Necesidades que entienden solo pueden ser resueltos mediante la consolidación de la fabricación nacional como referente de innovación, sostenibilidad y excelencia, diferenciando el producto europeo en un mercado global cada vez más competitivo.