El incremento de eventos climáticos adversos ha suscitado un creciente interés en la responsabilidad climática y en la implementación de medidas a favor del clima. Las compañías que apuestan por tecnologías sostenibles, las cuales mitiguen el impacto ambiental, pueden contribuir a disminuir el consumo energético y ejercer una influencia directa en la capacidad y confiabilidad de la red eléctrica.
Es el momento de que las empresas asuman el liderazgo de las acciones por el clima.
Además de invertir en tecnologías sostenibles, las empresas que asumen su responsabilidad hacia unas operaciones más sostenibles adoptan políticas y prácticas que consideran el impacto medioambiental. De esta manera, concentran sus esfuerzos en reducir los residuos y las emisiones de carbono, promover el reciclaje de materiales y utilizar fuentes de energía renovables. Estas acciones corporativas son sumamente necesarias para impulsar los cambios que permitan avanzar hacia los objetivos de sostenibilidad definidos a nivel internacional, así como para mantener el compromiso de los empleados.
Fomentar la sostenibilidad y la eficiencia energética no solo contribuye a reducir los costos energéticos, sino que también crea un entorno laboral atractivo y motivador para el talento. Diversos estudios han evidenciado que los equipos directivos pueden incrementar el valor financiero y tener un impacto más significativo en los stakeholders al aplicar prácticas de gestión sostenible. Además, esto mejora la rentabilidad, dado que muchos clientes actuales y potenciales prefieren empresas que hayan priorizado prácticas respetuosas con el medio ambiente. De hecho, muchas compañías han transformado sus modelos de negocio al integrar la sostenibilidad y la innovación en su estructura empresarial, lo que les proporciona un valor agregado frente a la competencia.
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Las acciones por el clima como estímulo corporativo
«Según el informe sobre liderazgo responsable elaborado en 2020 por The Forum of Young Global Leaders, The Global Shapers Community y Accenture, las empresas que integran innovación, sostenibilidad y confianza obtienen mejores métricas operativas y de mercado que sus competidores. Se estima que los beneficios operativos de estas empresas son un 3,1% superiores en promedio y ofrecen un rendimiento anual más alto a los accionistas. Por el contrario, aquellas compañías que no han alcanzado un nivel adecuado de sostenibilidad y confianza presentan un impacto imperceptible en el rendimiento operativo o incluso corren el riesgo de consecuencias negativas.»
«Cada vez más empresas, independientemente de su tamaño, han establecido objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) que impulsan programas de responsabilidad social corporativa y afectan sus decisiones financieras. Según una encuesta global de BlackRock realizada en septiembre de 2020, el cambio climático y las acciones por el clima son los principales impulsores para que los inversores dupliquen sus carteras de activos sostenibles. Aunque las empresas enfrentan desafíos diversos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, alcanzar las cero emisiones netas se ha vuelto un aspecto central en las misiones y visiones de muchas entidades.»
Alcanzar las cero emisiones netas requiere de liderazgo corporativo, trabajo en equipo e innovación
Alcanzar y superar los objetivos de sostenibilidad demanda líderes con habilidades organizativas y la determinación para transformar las prácticas empresariales y financieras convencionales. En la actualidad, las estrategias corporativas se basan en datos y modelos que ofrecen una perspectiva avanzada sobre el impacto de la sostenibilidad en los resultados, así como en la salud y el bienestar de los empleados.
A pesar de la variedad de soluciones tecnológicas disponibles para reducir las emisiones y mejorar la eficiencia energética, los líderes comprometidos con los objetivos de sostenibilidad también necesitan equipos que comprendan las tecnologías y puedan alinear los objetivos tecnológicos con las estrategias de sostenibilidad. Además de implementar tecnologías sostenibles, es crucial que los equipos utilicen métricas estandarizadas para supervisar el desempeño ambiental y el cumplimiento de las regulaciones.
Incluso con el surgimiento de fuentes de energía renovable que mejoran la confiabilidad y la disponibilidad de la red eléctrica, los líderes y sus equipos deben buscar constantemente métodos innovadores para tomar medidas climáticas, generar valor y mitigar riesgos. En ocasiones, la innovación implica integrar tecnologías existentes de manera diferente en lugar de desarrollar nuevas. Por ejemplo, los nuevos modelos empresariales relacionados con la iluminación LED y los sistemas conectados ofrecen soluciones rentables para ahorrar energía y reducir las emisiones. Los sistemas conectados que unen la iluminación, los dispositivos inteligentes y los sistemas de control ambiental mediante el Internet de las cosas (IoT) pueden establecer métodos para alcanzar objetivos de sostenibilidad a largo plazo y optimizar los espacios de trabajo para mejorar la productividad y el bienestar.
Las empresas tienen la capacidad para impulsar las acciones por el clima
Numerosos países ya están dando pasos significativos en la lucha contra el cambio climático mediante políticas y regulaciones. Estas medidas son fundamentales, ya que sin ellas tanto individuos como empresas podrían carecer de los incentivos necesarios para modificar las prácticas tradicionales que perjudican al medio ambiente.
No obstante, las políticas y directrices tienen limitaciones, ya que algunos países pueden carecer de la voluntad política necesaria para aplicarlas o cumplir con los compromisos acordados. A pesar de que los líderes de casi todas las naciones firmaron el Acuerdo de París en 2015, ningún país ha logrado cumplir con los objetivos de reducción de emisiones necesarios para contener el aumento de la temperatura a nivel global.
Dado este déficit, las empresas de todos los tamaños deben asumir una mayor responsabilidad en la mitigación del cambio climático. Dado que el sector empresarial representa el 70% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, posee la influencia necesaria para impulsar el cambio. Los distintos grupos empresariales pueden colaborar para establecer estándares y métricas, fomentando la conectividad y la comunicación. De este modo, podrían aprovechar las oportunidades para crear asociaciones público-privadas basadas en objetivos de sostenibilidad, liderazgo, trabajo en equipo e innovación. Estas asociaciones son fundamentales para impulsar el éxito político y financiero de las acciones por el clima, al mismo tiempo que generan beneficios a largo plazo para los diferentes grupos de interés, incluidas las empresas, la sociedad y el medio ambiente.
